martes, 1 de noviembre de 2016

¿Por qué nos gusta tanto tener razón?

#SeptiembreEnFilosofìa

Con 4to grado estuvimos trabajando con un libro de Pablo Bernasconi que se llama No (es así).
Este libro cuenta la historia de un chico al que, lo que más le gusta, es tener razón.



Lo primero que notaron los chicos y las chicas es que el título ya da que pensar: ¿cómo lo leemos?
Si lo leemos: "no es así" implica decir que algo no es de la forma en que alguien lo está mostrando. Entonces le avisamos que no es de esa forma, que se está equivocando.
Pero si lo leemos: "no, es así" implica que hay alguien que está equivocado, pero al mismo tiempo le mostramos cuál sería la forma correcta.


Dicen los chicos que esto muestra diferentes posiciones cuando uno se enfrenta a alguien que está equivocado. No es lo mismo marcar el error y nada más; que marcar el error pero al mismo tiempo mostrar el modo en que creemos que debería ser.

Por otra parte, se preguntaron si todos siempre quieren tener la razón. Muchos dijeron que sí, que tener la razón los hace sentir orgullosos. Contaron también que varios de ellos, incluso algunos de sus familiares, les gusta decir que tienen razón aunque saben que no la tienen. ¿Por qué será que nos hacemos los distraídos cuando nos damos cuenta que estábamos equivocados? Parece que para ellos, los chicos, también es un misterio. Se rieron bastante porque les parecía gracioso eso que muchas veces hacemos.

Otros, en cambio, decían que no siempre quieren tener razón, que un poco les da lo mismo. Y que si no saben, mejor preguntar antes; y si piensan que saben, y después se dan cuenta que estaban equivocados, ningún problema. ¡Bueno es darse cuenta de las cosas!

Y así seguiremos pensando, ¿por qué será que -a muchos- nos gusta tener razón?...




jueves, 1 de septiembre de 2016

Intercambio de cerebros!

#Agostoenfilosofía

Con los chicos y las chicas de 3º grado, estuvimos imaginando la posibilidad de intercambiarnos los cerebros:
¿Sería posible?
¿Por qué lo haríamos?, o mejor, ¿para qué?


Dialogamos sobre esta posibilidad, pensando cuáles serían las cosas a favor y en contra de hacerlo:
¿Qué pasa con mis recuerdos si me cambian el cerebro?
Si tengo prueba de matemática y no estudié, ¿puedo ponerme el cerebro de otro para ayudarme a hacerla?
¿Me volvería más inteligente si fuese otra persona?
¿Puede un adulto recuperar su infancia si se pone el cerebro de un niño?, ¿y un niño hacerse adulto con el cerebro de un mayor?

Luego, imaginamos una historia que ponga en contexto la imagen que trabajamos. Les dejo algunas de las historias que inventaron los chicos y las chicas.Que la disfruten!

Los alienígenas
Había una vez unos alienígenas que se pelearon y de repente se les ocurrió una idea, que era cambiarse los cerebros para saber qué sentía el otro. Cuando vieron qué sentía el otro se pidieron perdón. Los dos se sintieron incómodos sin su propia vida. Las chicas que estaban viendo trataron de llamar a alguien, pero nadie les creyó de que dos chicos se cambiaron el cerebro. Después llamaron a la policía pero no contestaron. Después de un rato volvieron a llamar y les contestaron. Vinieron y vieron todo. Después de resolvió todo y se cambiaron los cerebros y todo quedó arreglado.

Los chicos malos
Había una vez en el colegio de Lucena había tres amigos que eran malos, y dos amigos. Al siguiente día en el colegio los chicos malos agarraron a uno de los más inteligentes de la clase, que era uno de los dos amigos y le dijeron que se cambiaran de cerebro para que sea más inteligente y el otro que sea torpe. Al siguiente día era cuando cambiaban los cerebros. Después del recreo era la hora de cambiar los cerebros y vio por la ventana su mejor amiga y le dijo directo a la maestra. Fue a ver si era verdad, y los retó y los mandó a dirección y les dijo que se cambiaran de cerebro.

Los alienígenas invaden la tierra
Un día en Saturno los alienígenas tuvieron una idea: dos alienígenas se iban a disfrazar de humanos e iban a invadir la tierra. Empezaron a preparar todo para su gran plan malévolo y tuvieron que hacer mucho esfuerzo por eso llamaron a otros dos. Los cuatro se fueron a la tierra bien disfrazados para que nadie los descubra. Cuando llegaron los dos que tuvieron la idea decidieron intercambiarse de cerebros así pensaban mejor y podían mezclar sus ideas. Mientras que cambiaban los cerebros un chico los estaba mirando y llamó a la policía. Los chicos se dieron cuenta y salieron corriendo a Saturno.






domingo, 19 de junio de 2016

Una vida. Valer la pena.

#mayoenfilosofía

En 5to grado comenzamos a trabajar el concepto de vida, y asociada a ella los conceptos de valer la pena, de utilidad, de servir.
¿Es posible pensar una vida en términos de su valor?, ¿y en términos de utilidad?, ¿qué quiere decir que una vida sirva?, ¿y que valga la pena?

Para pensar en profundidad estas preguntas que fueron surgiendo de los chicos y las chicas, hicimos un ejercicio de escritura trabajando con la frase socrática que dice: "Una vida sin examen, no vale la pena de ser vivida". Esta es una frase que aparece en la Apología de Sócrates, diálogo escrito por Platón, en un contexto sumamente particular. Según Platón, Sócrates dice esta frase cuando se está defendiendo ante el tribunal que luego dictaminará que él merece morir a manos de la cicuta. Sócrates muere -es senenciado a muerte- defendiendo el examen como modo de vida.

Primero, trabajamos sobre esta frase, intentando imaginar qué nos quiso decir Sócrates, cuando mencionó al examen como aquello esencial que hace que una vida valga la pena.

Luego, jugamos con la frase, para construir las propias: ¿qué ocurriría si a la frase socrática le cambiamos "examen" por otra palabra"?, ¿qué creemos nosotros y nosotras que debe tener una vida para valer la pena?

Estas son algunas de la frases que construyeron los chicos y chicas de 5to grado.

"Una vida sin colores no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin amor no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin amistad y amor no vale la pena de ser vivida"

"Una vida sin obstáculos no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin amigos no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin felicidad no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin play station 4 no vale la pena de ser vivida"

"Una vida sin familia no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin sabiduría no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin deporte no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin minecraft no vale la pena de ser vivida"

"Una vida sin sorpresas no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin educación no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin animales no vale la pena de ser vivida"

"Una vida sin hermanos no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin conocer un poco el mundo no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin un sueño no vale la pena de ser vivida"
"Una vida sin vida no vale la pena de ser vivida"

Lejos de clausurar el pensamiento, todas y cada una de estas frases abren más preguntas sobre la vida, sobre aquello que creemos indispensable para que la vida valga la pena. Incluso, ¿es necesario tener algo para que valga la pena?, ¿sabemos de antemano qué necesitamos y deseamos para vivirla?

Este tema es inagotable. Seguiremos por aquí trabajando con 5to grado -tal como quería Sócrates- examinando(nos).

jueves, 5 de mayo de 2016

Pelea! Pelea! Pelea!

  

 #abrilenfilosofía
A pedido de 3ºB comenzamos a trabajar en filosofía sobre las peleas. 
Si bien pelearse pareciera ser algo cotidiano entre los niños y las niñas, ¿alguna vez nos detuvimos a pensar por qué?, ¿qué es aquello que nos lleva a pelearnos?, ¿hay buenas razones para pelearse y malas razones para pelearse?, ¿quiénes se pelean en general? 
Primero, armamos un breve juego en donde cada grupo debía anotar en tarjetas diferentes aristas del problema:
un grupo debería anotar los sujetos que generalmente se involucran en peleas (hermanos, papás, gente en los supermercados), es decir, entre quiénes vemos nosotros que hay peleas; otro grupo debía pensar alguna situación cotidiana que termine en pelea; y, finalmente, el útlimo grupo debía pensar algunas razones que lleven a las peleas.
Una vez finalizado el juego, pensamos entre todos qué palabras asociamos con "Pelea".
Éstas fueron algunas de las palabras que fueron aportando los chicos y las chicas y que fuimos anotando en el pizarrón para que todos podamos visualizar cuál es el imaginario que está por detrás de aquello que nos es cotidiano.

 Para finalizar, leímos las tarjetas que habían escrito en grupo, asociándolas a las diversas palabras que surgieron en el debate.

Lejos de estar el debate y el pensamiento cerrado, seguiremos trabajando y profundizando sobre todo aquello que relacionemos con las peleas. Quizás, eso ayude a empezar a entendernos mejor y a evitar tantos malosentendidos que hacen que nos peleemos tan seguido!


                                                                                                                

martes, 3 de mayo de 2016

PREGUNTA-ANIMAL!

#marzoenfilosofía
Empezamos el año con todo en los talleres de filosofía! Y si empezamos el año en filosofía, empezamos siempre con una pregunta. No importa qué pregunta, ni cómo hacemos esa pregunta ni por qué la hacemos. Primero preguntamos y después vemos qué hay detrás de esa pregunta, y cómo podemos trabajarla filosóficamente.


En 2°grado leímos un bellísimo texto de Luis Pescetti llamado "Se preguntan" que se pregunta (¡valga la redundancia de las preguntas en los talleres de filosofía!) si las plantas, las hormigas, los bichos bolitas y los peces se preguntan...y más: ¿qué se preguntarían si se preguntasen?

¿Qué se imaginaron los chicos y las chicas de 2° grado del San Gregorio que se preguntaban los animales? Acá les dejo algunas de las ideas que fueron saliendo en los talleres:




"Si fuese un murciélago me preguntaría: ¿cómo sería ser humano?"

"Si fuese un tigre me preguntaría: ¿por qué tengo dientes tan grandes?"







"Si fuese una lechuza me preguntaría: ¿hay otra forma de ser inteligente?"


"Si fuese un tiburón me preguntaría: ¿cómo sería no ser malo?"

"Si fuese un tigre de bengala me preguntaría: ¿por qué soy diferente a los otros tigres?"




" Si fuese un perro me preguntaría: ¿por qué me llevan a pasear?, ¿por qué odio a los gatos?, ¿por qué ladro?, ¿existe un perro que no ladre?"

"Si fuese un gato me preguntaría: ¿por qué tengo pulgas?"

"Si fuese un caballo me preguntaría: ¿por qué los humanos se ponen arriba mío?"



"Si fuese un pájaro me preguntaría: ¿cómo hago para volar?"

"Si fuese una jirafa me preguntaría: ¿por qué no soy una persona?"

"Si fuese una araña me preguntaría: ¿por qué asusto mucho?"